ROSA M. TRISTÁN.
Una exposición recuerda la vida y obra del investigador catalán Jordi Sabater i Pi
Fue el primer científico que descubrió que los chimpancés utilizan herramientas
Encontró la rana más grande del mundo y trabajó con Diane Fossey
«Tenía 17 años, era el hijo mayor de una familia arruinada por la Guerra Civil y me fui a trabajar a las colonias con un primo de mi padre, a una isla de Fernando Poo [Guinea Ecuatorial]. Pero me gustaba la idea...». Fue así como el primatólogo catalán Jordi Sabater i Pi, hoy con 86 años, llegó a tierras africanas, encontró su vocación y se convirtió en un pionero de su área en España y un científico de prestigio mundial.
Hace unos días, en la Biblioteca Costa y Fornaguera, de Calella (Barcelona) se inauguraba la primera exposición sobre el conjunto de su trayectoria investigadora y vital, una muestra que nace con el objetivo de ser itinerante, dentro y fuera de Cataluña, y mostrar que sus aportaciones van mucho más allá del hallazgo de 'Copito de Nieve', el gorila albino que se trajo de Guinea.
"Se trata de que la gente sepa lo que he hecho. Lo de 'Copito' fue una anécdota, pero lo importante es que descubrí que los chimpancés utilizan herramientas y los gorilas hacen camas y que encontré la rana más grande del mundo o al ave que localiza panales de miel en la selva. Pero de eso no se habla", se queja, con razón, en declaraciones telefónicas a este periódico.
Y lo cierto es que hay mucho que contar de su intensa vida, resumida a duras penas en seis paneles. En ellos se pueden ver muchos de sus asombrosos dibujos de animales, documentos y cartas personales y muchas fotos de los 30 años que pasó en la selva guineana y viajando por el continente.
La muestra se completa con una vitrina en la que se exponen media docena de los palos que fabricaron los chimpancés en las montañas de Okorobikó para coger las termitas. «Terminan en una especie de escoba, que hacen machacando el palo, para poder pescarlas de los termiteros. Para mí, es el trabajo más importante que he hecho», asegura el etólogo desde su casa. Aquel trabajo fue publicado en la revista 'Nature' en 1969, todo un hito para la Ciencia española.
Vídeo y conferencias
Alfonso Parr, comisario de la exposición, reconoce que ha contado con material más que suficiente. "Sabater i Pi lo conserva todo y, además, ha sido un dibujante extraordinario, por lo que hay una gran cantidad de material interesante. Además, se puede ver un vídeo y el día 22 habrá dos conferencias, una de ellas del protagonista y otra de Marina Mosquera", asegura el comisario.
Esta exposición se ha producido por el Instituto catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) y Turkana Films, y puede visitarse los fines de semana del mes de abril en Calella.
Sabater i Pi tiene aún muy presentes sus primeros años africanos. "Por entonces los indígenas iban sin ropa y con lanzas. Me recibieron con suspicacia, pero aprendí su lengua [fang] y eso me permitió hacer estudios etnográficos. Yo había estudiado en las Escuelas Francesas y allí nos hablaban mucho de África, así que ya tenía interés cuando inicié el viaje", recuerda.
Cientos de dibujos ilustran unas costumbres ancestrales que el joven catalán sabía que terminarían por desaparecer. "Para mí dibujar ha sido algo básico, porque para dibujar tienes que observar con detalle y si observas conoces y si conoces estimas, y si estimas proteges", señala en uno de sus textos.
Tras el paréntesis de la mili, en Barcelona, donde conoce a su mujer, vuelve a Guinea, ahora para trabajar en una plantación de cacao en la selva. Su primer contacto con la investigación le llega a través de la suscripción a la revista de etnología congoleña 'Brousse'.
Allí James Chapin, conservador de aves en el Museo Nacional de Historia Natural de Nueva York, pide información sobre pájaro indicador de la miel que guía a los indígenas hasta los paneles. Sabater lo encuentra y le envía los dibujos. Entonces Chapin le anima a estudiar a los gorilas de la costa, abriendo la senda que luego seguirá Diane Fossey en las montañas Virunga, con la que compartió muchas horas de trabajo.
En 1958, el Zoológico de Barcelona le contrata como conservador de un centro de investigación en la colonia, en Bata, iniciando unos años llenos de expediciones, investigaciones y trabajos publicados en las revistas más prestigiosas. Diez años más tarde, el 7 de febrero, se encuentra con una hembra fabricando un palito. Insólito, pero cierto. El hallazgo da la vuelta al mundo.
Antes ya había aparecido en su vida 'Copito de Nieve', llevado maltrecho por un granjero hasta su centro de trabajo; pero para él tuvo más importancia el hallazgo de una rana que pesaba cuatro kilos.
Territorios por explorar
En 1969, con la independencia, Sabater deja Guinea Ecuatorial, aunque volvería después muchas veces para seguir trabajando. "Echo de menos aquellos años, pero ya soy viejo", nos dice. "Me da satisfacción pensar que fuí de los primeros en estudiar a los chimpancés, los bonobos y los gorilas. Ahora tenemos que luchar por protegerlos porque en 50 años calculo que no quedarán. Se necesitan parques naturales grandes para que vivan, pero falta dinero", denuncia.
Para que no lo olvidemos, recuerda que "los primates nos dicen mucho de nuestra propia forma de ser" y que "los humanos nos debemos dedicar más a observar" a otros seres para conocernos mejor.
Cuando Sabater i Pi volvió a España, tras la independencia de Guinea, se puso a estudiar y a los 54 años logró la licenciatura en Psicología.
Para entonces su trabajo con ‘National Geographic’ le había reportado un gran prestigio y reconocimiento internacional. Más adelante se doctoró y creó la primera cátedra de Etología, la ciencia que estudia el comportamiento de los animales, en España. "Ahora existe en muchas universidades del país y despierta un gran interés, aunque no da dinero", reconoce el investigador, ya jubilado.
Sabater i Pi asegura que "África es aún poco conocida, hay zonas de lagos y marismas que faltan por explorar" y anima a los jóvenes a seguir sus pasos. Sobre todo, reconoce que "las mujeres son mejores para observar que los hombres" y asegura que quien hace un buen trabajo consigue apoyo para seguir adelante, «como me pasó a mí». Otra anécdota para la historia: desde Canadá le ofrecieron un millón de dólares por ‘Copito de Nieve’, pero lo rechazó y el famoso gorila acabó en Barcelona.
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/04/11/ciencia/1207933180.html