EFE. El Universal. Washington. Martes 11 de septiembre de 2007
Revela estudio que los machos utilizan los robos a huertos y granjas para jactarse de sus proezas, especialmente frente al sexo opuesto
Un grupo internacional de científicos ha descubierto que los chimpancés del África Occidental roban alimentos para entrar en sociedad y conquistar a las hembras, reveló un estudio divulgado hoy por la revista PLoS ONE.
Según Kimberley Hockings, investigadora de la Universidad de Stirling, en Escocia, los machos utilizan los robos a huertos y granjas para jactarse de sus proezas, especialmente frente al sexo opuesto.
En realidad, según los científicos, estos primates parecen imitar al ser humano, que hace miles de años empleó los alimentos como moneda de cambio para formar grupos sociales o llamar la atención.
"Ese comportamiento atrevido (en los chimpancés) parece ser una característica atractiva, y poseer un alimento muy sabroso, como una papaya, atrae la atención positiva de las hembras", señaló Hockings.
El estudio realizado en la aldea de Bossou, en Guinea, es el único que registra el acto de compartir alimento entre chimpancés salvajes.
"Se trata de una conducta extraña, aunque la mayor parte de la dieta de los chimpancés sea de vegetales. Es algo que no ocurre con frecuencia. Sin embargo, en comunidades de chimpancés dedicadas a la caza, compartir carne es un instrumento social para forjar alianzas y vínculos sociales", indicó Hockings.
Los investigadores descubrieron que los machos adultos compartían el botín de sus incursiones por huertos y granjas solamente con hembras en edad reproductiva, especialmente con alguna con la que habían establecido un contacto previo.
El macho que compartía la mayor parte de su alimento con esa hembra entraba en un cortejo y recibía de ella un mayor contacto físico que otros machos, aunque estos fueran los más fuertes.
"Por lo tanto, los chimpancés machos parecen hacer gala de sus habilidades y canjean la fruta prohibida por otro bien, que en este caso puede ser sexo", señaló la científica.
En el estudio también participaron científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos, de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, y de la Universidad de Lisboa, en Portugal.