La comparación de 14.000 genes humanos con otros tantos de chimpancé acaba de dar a los científicos una sorpresa mayúscula. En efecto, al contrario de lo que la mayoría pensaba, los mecanismos evolutivos de "selección positiva" de genes parecen haber "funcionado" más y mejor entre los chimpancés que entre nosotros mismos desde que ambas especies se separaron a partir de un antepasado común, hace cerca de seis millones de años. O, dicho de otra forma, un mayor número de genes de chimpancé que de ser humano han seguido los procesos de selección natural previstos por las teorías darwinistas.
Favoritos de la evolución
El hallazgo, realizado por un equipo del Departamento de Biología Evolutiva de la Universidad de Michigan y dirigido por el investigador Jihanzhi Zhang, contradice de lleno la creencia común de que los humanos, con cerebros más grandes y equipados con una serie de habilidades cognitivas únicas en todo el reino animal, habríamos sido especialmente favorecidos por los procesos de selección natural.
En un artículo que publica hoy la revista "Proceedings", Jianzhi Zhang y sus colegas explican que "a pesar de que los humanos y sus parientes vivos más cercanos, los chimpancés, son enormemente parecidos a nivel genómico, ambos difieren en numerosos rasgos morfológicos, fisiológicos y psicológicos". Lo cual implicaría que, aparentemente, los humanos modernos han "cambiado considerablemente más que los chimpancés modernos con respecto de sus antepasados comunes". Y sin embargo no es así.
Pequeñas poblaciones
Los investigadores proponen una solución para explicar esta sorprendente realidad. El número de los primeros pobladores de nuestra especie, dicen en su estudio, debió de ser mucho menor de lo que se pensaba hasta ahora, lo cual reduciría también automáticamente la efectividad de la selección natural, cuyas leyes se desarrollan mejor en grandes que en pequeñas poblaciones. Por esa misma razón, aunque menores en número, cualquier cambio (incluídos los genéticos) habría tenido una mayor importancia entre los humanos que entre los chimpancés.
La propuesta, por añadidura, explicaría el motivo por el cual los seres humanos cuentan con un menor número de genes sujetos a procesos de selección positiva, y una cantidad mucho mayor, sin embargo, de carga genética "neutral" o incluso "negativa" de la que tienen los chimpancés.
Genes diferentes
Durante su análisis, los investigadores se dieron cuenta también de que la selección positiva actúa sobre genes diferentes en las dos especies, y que los genes seleccionados, tanto en una como en otra, están implicados en procesos biológicos muy dispares.
Por ejemplo, muchos de los genes seleccionados positivamente en los seres humanos están implicados en la transmisión de enfermedades hereditarias, en modificaciones del metabolismo y en el transporte de moléculas a través de las membranas celulares.
Una de las conclusiones del estudio es, precisamente, que queda mucho para saber cuáles rasgos genéticos son actualmente beneficiosos para la evolución de las dos especies.
25/abril/2007
Fuente: ABC - CIENCIA
Revista: Proceedings of National Academy of Science (PNAS).
Departamento de Biología Evolutiva de la Universidad de Michigan.
Investigador Jefe: Jihanzhi Zhang
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2 comentarios:
Adelante con este gran blog!!
Gracias amigo mio, seguiremos trabajando en el blog.
Pedro Pozas Terrados
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